miércoles, 20 de julio de 2011

Control

Si el Estado nos hubiera obligado por ley a llevar una cámara de fotos para fotografiar constantemente a nuestros conciudadanos, su vida y su privacidad y nos hubiera obligado a portar con nosotros un dispositivo que le permitiera tenernos localizados las 24 horas del día, nos habríamos rebelado, nos habríamos escandalizado, le hubiéramos llamado totalitario.

Sin embargo, nos han convencido de que nos compremos unos objetos tremendamente atractivos que transmiten nuestras conversaciones por satélite y a través de servidores, que son cámaras de fotos, tienen un gps que nos orienta y localiza y que absorbe nuestra atención y nuestro tiempo con su conexión a la red.

Supongo que no es todo tan tremendo, ni tan planificado, ni tan conspiratorio, pero los hechos, al margen de su motivación, son éstos.

Si Orwell levantara la cabeza lo haría con los pelos de punta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario